IV Cumbre Científica Internacional
Expertos internacionales advierten a España de que ignorar el potencial de los nuevos productos de reducción del daño es un paso atrás en la lucha contra el tabaquismo
Los días 29 y 30 de septiembre se celebra la IV Cumbre Internacional sobre Reducción del daño en la que participan más de 50 expertos de 15 países y que ha contado con la participación del portavoz de la Plataforma para la reducción del daño por tabaquismo en España, Fernando Fernández Bueno.
Esta cumbre, organizada por la Asociación Internacional de Reducción del Daño por Tabaquismo -SCOHRE por sus siglas en inglés-, debatirá sobre el potencial de los productos de reducción del daño.
España continúa con una tasa de fumadores similar a la de hace más de 15 años y se venden más de 40.000 millones de cigarrillos al año, “por eso el foco debe estar en combatir al cigarrillo y en seguir investigando sobre las herramientas de reducción del daño”, ha señalado el doctor Bueno.
29 de septiembre de 2021. El doctor Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla y portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo en España, ha intervenido este miércoles en la IV Cumbre Científica sobre Reducción de Daño por Tabaquismo en la que participan más de 50 expertos de 15 países y en la que se debate sobre el potencial de los productos de reducción del daño y la ciencia existente en torno a ellos .
Fernández Bueno ha formado parte del panel El futuro del tabaquismo en Europa – Regulación | Generación de datos y Plan contra el cáncer, en el que ha estado acompañado por expertos de Grecia, Suecia y Alemania. El portavoz de la Plataforma ha puesto en valor el trabajo que viene haciendo la Plataforma en la lucha contra el tabaquismo desde 2019, recordando “la grave situación que vive España, cuyas tasas de tabaquismo se encuentran estancadas en los mismos niveles que en 2005”.
El portavoz de la Plataforma ha hecho especial hincapié en los avances que se están logrando en países como Reino Unido, Francia, Nueva Zelanda o Estados Unidos, donde “se ha incorporado en las políticas públicas el potencial que tiene la reducción del daño para avanzar de una manera más rápida y efectiva en la lucha contra el tabaquismo y que está dando sus frutos”.
En este punto, el doctor Bueno ha puesto de relieve que “el foco de la lucha contra el tabaquismo debe seguir en el cigarrillo tradicional y otros productos de tabaco de combustión, que son la forma más tóxica de consumir nicotina”, pues es en la combustión del tabaco donde se encuentra el mayor peligro para la salud. “Se está errando el tiro poniendo el foco en los nuevos productos”, ha enfatizado, “cuando el cigarrillo es el que mata cada año en España a 60.000 personas”.
En ese sentido, en España se vendieron en 2020 más de 40.000 millones de cigarrillos, según los datos de ventas del Comisionado para el Mercado de Tabaco, y la tasa de tabaquismo sigue en los niveles que hace 15 años, según los datos del Ministerio de Sanidad y, a nivel mundial, la propia OMS estima que en 2025 seguirá habiendo en el mundo más de mil millones de fumadores. “Estas cifras nos dan una dimensión del problema. Por ello, la lucha contra el tabaquismo debería estar centrada, por un lado, en combatir al cigarrillo tradicional, mediante la prevención y la cesación, y, por otro, en seguir investigando sobre el potencial de las herramientas de reducción del daño, como son los productos de vapor sin combustión, para los fumadores que no consiguen dejarlo”, ha incidido el Dr. Bueno.
Para ello, “se debe abrir un debate abierto y sin dogmas ni prejuicios en torno a los nuevos productos”, un debate que tenga en cuenta “toda la evidencia científica disponible actualmente y las experiencias internacionales de países como Reino Unido, Francia, Estados Unidos o Nueva Zelanda”, donde tras un debate público, han sido pioneros incorporando a sus políticas de tabaquismo un eje de reducción del daño con campañas de información sobre estos productos, formación de personal sanitario o incluso disponen de procedimientos específicos para la evaluación y aprobación de nuevos productos de riesgo modificado. En este contexto, el doctor Bueno ha apuntado la preocupación de los profesionales de la salud que forman parte de la Plataforma por la hostilidad y hostigamiento de ciertos grupos de interés hacia los doctores y expertos que defienden la incorporación de la reducción del daño a la estrategia global de lucha contra el tabaquismo.
Con esta lógica, y teniendo en cuenta que en la mesa se ha hablado sobre regulación, el doctor Bueno ha señalado que “los planteamientos que proponen un tratamiento regulatorio de estos nuevos productos similar al cigarrillo de combustión serían un paso atrás en la lucha contra el tabaquismo y mandarían un mensaje erróneo a la sociedad”.