- Los firmantes consideran que las políticas actuales centradas en la prevención y la cesación están agotadas y deben impulsarse medidas innovadoras que ayuden a minimizar el daño y respondan a la realidad de los fumadores.
- Ejemplos como los casos de Reino Unido y Nueva Zelanda que incorporan medidas de reducción del daño demuestran que las tasas de tabaquismo se reducen más rápidamente alcanzando mínimos históricos.
“La declaración Less Harm es el fruto del trabajo de 170 médicos y científicos nacionales e internacionales de 38 países de los cinco continentes con el que pretendemos contribuir a situar a España a la vanguardia en la lucha contra el tabaquismo y que se tenga en cuenta toda la evidencia científica disponible y las experiencias internacionales”.
Así se ha referido el portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo y cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla, Fernando Fernández Bueno, a la iniciativa “Less Harm: Declaración internacional para una España sin humo”, que hoy se ha presentado.
Entre los firmantes de “Less Harm” se encuentran miembros de la comunidad médico-científica española así como expertos de Reino Unido, Italia, Estados Unidos, Canadá, Francia, Bélgica, Grecia, Nueva Zelanda, Australia, Colombia, Argentina, Ecuador, México, Chile, El Salvador, Brasil, Costa Rica, Perú, Austria, Polonia, Noruega, Suiza, Suecia, Portugal, Alemania, Hungría, Chipre, India, Filipinas, Malasia, Túnez y Sudáfrica.
Entre ellos cabe destacar a personalidades como Karl Fagerström, conocido por idear el test Fagerström para dejar de fumar; Steven A. Schroeder, Profesor emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de California; Hugo Caballero, Ex presidente de la Sociedad de Neumología de Colombia y Clive Bates, ex presidente de Action on Smoking and Health y ex asesor en Políticas Públicas del primer ministro británico, Tony Blair.
La presentación de esta declaración ha contado con la participación de algunos de sus firmantes como Josep María Torrell, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Universitari de Bellvitge; Jose María García Basterrechea, médico experto en adicciones y especialista universitario en Medicina Interna y Drogodependencias; Hugo Caballero, Ex presidente de la Sociedad de Neumología de Colombia, Enrique Terán, Catedrático de Salud Pública de la Universidad de Quito y Clive Bates, ex presidente de Action on Smoking and Health y ex asesor en Políticas Públicas del primer ministro británico, Tony Blair.
Durante la presentación, el Dr. Fernández Bueno ha recordado que las cifras de tabaquismo en España siguen siendo muy altas a pesar de la estricta regulación vigente y ha recordado que, según la última encuesta EDADES 2019/2020, nuestro país tiene hoy las mismas tasas de tabaquismo que en 2005, un 32, 8%, justo antes de la aprobación de la conocida como primera ley antitabaco, lo que demuestra que las políticas actuales no están funcionando de manera óptima. “Por ello, es necesario avanzar en las políticas de tabaquismo para reducir estas cifras, pero no de cualquier forma”, ha destacado el Dr. Fernández Bueno.
A este respecto, Less Harm propone introducir nuevas herramientas que ayuden a modernizar las políticas y minimizar el daño que el tabaquismo causa en las personas que fuman. Estas medidas pasan por aplicar herramientas de reducción del año y la consideración de productos que, de una manera científicamente probada, sean alternativas menos dañinas que los cigarrillos para los fumadores.
En este sentido, el Dr. Fernández Bueno ha explicado que la reducción de daños por tabaquismo se apoya en los productos que administran nicotina con o sin tabaco, pero cuyo uso no implica combustión y, por consiguiente, no supone la inhalación de humo (cigarrillos electrónicos, tabaco oral, tabaco para calentar y terapias de sustitución de nicotina). Se trata de productos diseñados para sustituir al cigarrillo o a otros productos de combustión y reducir los efectos altamente tóxicos que éstos generan, ya que no es la propia nicotina la que los provoca sino el humo generado por la combustión y, en concreto, la gran cantidad de sustancias tóxicas que el fumador inhala a través del humo.
Casos de éxito
Less Harm pone especialmente la mirada en el caso de Reino Unido, donde se está apostando por medidas innovadoras en la lucha contra el tabaquismo con soluciones dirigidas a los fumadores que no consiguen dejar de fumar y con resultados muy exitosos. En concreto, la estrategia británica apuesta por medidas de cesación y de prevención, complementadas con un eje de actuación de reducción del daño para incentivar y apoyar que los fumadores que no puedan dejar de fumar opten por productos menos dañinos como el cigarrillo electrónico. Esta estrategia ha llevado a que, según el último Eurobarómetro, las cifras de tabaquismo se hayan reducido en este país en cinco puntos en solo tres años pasando del 17 al/ 12%. También en el caso de Nueva Zelanda las tasas de tabaquismo se han acelerado significativamente alcanzando un descenso histórico de casi 3 puntos en un solo año.
En Less Harm, los firmantes aportan su experiencia en la lucha contra el tabaquismo en distintos países que plasman en una serie de recomendaciones, entre las que cabe destacar las siguientes:
- Las políticas de tabaquismo deben ofrecer soluciones realistas para los fumadores. En la actualidad, las políticas basadas en la prevención y la cesación no son suficientes ya que no ofrecen soluciones para aquellas personas que no consiguen dejar de fumar. Por ello, Less Harm propone incorporar nuevas herramientas para minimizar el daño que provoca fumar. En el caso de España, existen al menos 4,5 millones que no consiguen dejar de fumar y a los que hay que ayudar con soluciones realistas y efectivas. Por eso, la reducción del daño debería ser un pilar fundamental en las políticas de tabaquismo.
- Los avances científicos, y no las opiniones, deben ser el principio básico en la lucha contra el tabaquismo. “El debate científico, el diálogo y no el monólogo excluyente, es la clave para avanzar las políticas públicas de tabaquismo”, señala Less Harm.
- Mayor formación a los profesionales sanitarios e información a los consumidores. En la actualidad existe un gran desconocimiento sobre el potencial que tiene los nuevos productos de reducción del daño entre la comunidad médica y científica. Por ello, desde las administraciones deben impulsarse programas de formación para los profesionales sanitarios. Al mismo tiempo, debe facilitarse toda la información posible a los consumidores sobre el potencial de estos productos contextualizando siempre que estos productos no son inocuos y que están dirigidos a los fumadores que no consiguen dejar el hábito.
- Tomar como ejemplo la experiencia de otros países en la lucha contra el tabaquismo. La reducción del daño ya se viene aplicando con éxito en otros países como Reino Unido o Nueva Zelanda.